Dicen que somos lo que comemos. Esta famosa frase viene del escritor Feuerbach. Como Restaurante en Valencia que se preocupa y se ocupa, nos hemos informado un poco y hemos querido ir un pasito más allá.

Esta afirmación viene a significar que si tu alimentación es sana y equilibrada, puede convertirse en tu medicina. Si así te comportas con la comida, te mantendrás sano y longevo. Te mantendrás sano y equilibrado.

¿Significa esto que debemos ser rigurosos en nuestra alimentación? ¿Significa esto que no debemos darnos un capricho? ¿O significa que hemos de ser razonables?

Hay fundamentos de peso que no podemos obviar. No podemos olvidar que la comida es fuente de satisfacción y felicidad. Y esta afirmación tiene su explicación. Existen razones físicas, culturales, históricas y emocionales por las cuales se explica por qué nos sentimos un poquito más felices cuando comemos.

Nuestro cerebro segrega una hormona llamada “dopamina”, la hormona del placer. Cuando comemos generamos esta hormona y nos hace sentirnos más felices.  La comida nos emociona.

La Neurociencia es una disciplina científica que estudia el desarrollo, estructura, función y comportamiento del cerebro humano. A través de la Neurociencia se han realizado diferentes experimentos / estudios para analizar la respuesta emocional que los humanos tenemos ante los alimentos.

Los resultados arrojados en líneas muy generales fueron que, tras pasar tres segundos después de probar la comida, nuestro cerebro se activa emocionalmente. De forma involuntaria. Cuando la vemos  y cuando la probamos.  Hay una diferencia entre los cerebros de mujeres y hombres. Las mujeres activamos el cerebro sólo al ver el alimento mientras que el cerebro de los hombres necesita probarlo. Diferentes momentos, pero la activación emocional es denominador común.

Cada alimento presenta diferentes valores de activación emocional. Depende culturalmente. A través de un estudio de mercado, se eligieron los alimentos preferidos por los españoles y fueron los siguientes: el jamón, la tortilla, los guisos tradicionales y el chocolate.

Las respuestas emocionales fueron diferentes, en momentos diferentes, según el sexo. Nuestro cerebro no es conservador, manifiesta respuestas positivas ante sabores nuevos. También es curioso como por ejemplo las mujeres prefieren los sabores tradicionales, mientras que los hombres prefieren probar cosas nuevas. Y así un largo etcétera.

Nuestra conclusión es que la comida nos emociona, la comida nos hace sentir. Y esto, particularmente en Restaurante Granja Santa Creu, nos gusta. Despertar emociones lo consideramos muy positivo.

Tras este artículo podríamos definir el concepto de  Restaurante como un lugar generador de  emociones. Quizás en un futuro no muy lejano  ya no diremos ¡¡ vamos a comer al Restaurante en Valencia “x” ¡¡, sino que diremos ¡¡ vamos a generarnos emociones /experiencias ¡¡  ¿os imagináis?

Somos un Restaurante en Valencia que nos encanta cocinar. Os esperamos en la experiencia de haceros sentir.

Todo un placer para nosotros también.

 

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