restaurante granja santa creu

Mucho se habla de este tema entre los amantes y aficionados al mundo del vino. Desde Restaurante Granja Santa Creu queremos daros algunos consejos para catar un vino como un verdadero profesional.

 

Antes de entrar en materia, nos gustaría aclarar un concepto: ¿Qué es exactamente catar un vino? ¿En qué se diferencia respecto a degustar un vino?

Es fácil confundirlo en el lenguaje coloquial, en el día a día, pero hablamos de dos cosas muy distintas. La cata de vino hace referencia a un acto individual. Podríamos definirlo como el acto de evaluar un vino y al alcance de los que tienen conocimientos en la materia. La degustación se refiere al placer sencillo y compartido de disfrutar del vino. La degustación está al alcance de todos.

Podríamos concluir que son necesarios algunos conocimientos para llevar a cabo una cata y que no podemos hacerla a la ligera. Debemos seguir unos pasos.

Realizaremos una cata en 3 fases y por este orden:

  • Fase visual: momento en el que descorchamos y servimos el vino. En esta fase  analizamos el color, el brillo, la transparencia, la intensidad, los matices y las burbujas. Es aquí cuando los expertos ya pueden incluso saber su edad, su origen y muchos más aspectos del vino aunque, hemos de puntualizar,  requiere de formación y mucha práctica.
  • Fase olfativa: momento en el que metemos la nariz y olemos el caldo. Es la fase más importante y decisiva de la cata. Analizamos sus aromas frutales, florales, tostados, herbáceos y/o especiados. También valoramos su limpieza, su complejidad y su intensidad. En esta fase ya se pueden obtener muchos más datos del vino en cuestión. En su primer momento, la copa deberá estar quieta y percibir sus aromas sin movimiento. A posteriori, ya podemos agitarla.
  • Fase gustativa: momento en que percibimos las primeras sensaciones cuando el vino llega a la boca. En esta fase analizamos la acidez, la astringencia de los taninos, la materia, el cuerpo, el equilibro y un largo etc. Es aquí donde se cumplen o no las expectativas de las anteriores fases. Con esta fase llegamos al punto álgido de la cata.

 

Al final de la cata podemos tragar o escupir el vino. A continuación, expulsaremos el aire por la nariz y analizaremos las sensaciones percibidas.

Desde Granja Santa Creu te recomendamos esta práctica antes de comer o cenar. Dicen que una cata no es una cata si después no hay una cena (o comida). Puede resultar muy satisfactoria, entretenida y muy divertida.  ¡ Buena cata !

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